Como casi todos los fines de semana que nos quedamos en casa, éste último (hace dos, vaya) también lo aproveché para terminarme un libro de los de mi colorida colección. Éste se llama MIS NIÑAS, MI MARIDO Y LA MALDITA EX, de Francesca Clementis. El título es uno de estos casos en el que te planteas: ¿el traductor en qué estaba pensando? Porque el original se titula Mad About The Girls, así que alquien me cuente cómo de ése título original ha aparecido aquel otro...

En fin, al lío...
Todo lo que Lorna ha deseado en su vida es un marido y cuatro hijas, y esto es exactamente lo que tiene, si bien son el marido y las hijas de otra. No obstante, Robert y sus adorables hijas prácticamente le pertenecen. Después de todo, ya hace diez años que la esposa legítima se ha marchado de casa. Y tras enamorarse de Robert, Lorna estuvo encantada de llenar ese vacío. Ahora Lorna tiene cuanto una madre debería tener (salvo las estrías). Lo malo es que la esposa de Robert ha vuelto. Es una mujer guapa y segura de sí misma y busca el perdón. Pero, ¿sólo desea eso? Lorna no puede evitar pensar que esta familia no es lo bastante grande para las dos...
Cierto es que lo cogí con un poco de desgana este libro, el título mal traducido me llamaba poco (yo soy más bien de títulos cortos). Pero he de confesar que me ha gustado mucho lo que me he encontrado, porque ha sido más de lo que me esperaba.

Lorna es una chica sencilla que tiene una vida un poco complicada. Es la que le gusta, sí, pero lo cierto es que se ha conformado con menos de lo que realmente quería. Lo que ocurre es que en estos tiempos es una locura aspirar a todo con lo que soñamos, así que normalmente nos quedamos con lo poco bueno que tengamos... Pero si una tercera entra en discordia con la intención de quedarse con lo tuyo, hay que defender ese "poco" que es lo que te hace feliz. Lorna lo defiende a capa y espada, pero se da cuenta de que no todo es tan sencillo: ella pensaba que las cosas eran blancas o negras, pero la vida está llena de matices grises, y Lorna se entera de eso a golpe de dolor de cabeza y descubriendo que lo que está bien o está mal es relativo.

Pero no todo: al final siempre hay algo que sí está claro.

La historia ha sido bonita por lo sencilla que es. Porque lo que la protagonista quiere está claro y es honesto. Porque el amor verdadero no es tan fácil de descubrir (ni de conseguir). Porque simplemente es una mujer como cualquiera. Porque podría ser yo.
Las pasadas mini-vacaciones de Año Nuevo estuve en casa haciendo algo que me gusta mucho: disfrutar del día sin preocupaciones y perderme en un buen libro. Rescaté de mi colorida colección de libros uno autorreferente: LÍOS, LIBROS Y MÁS LÍOS, de Jane Green. Me suena que tengo alguno más de esta chica, no sé...

Vale, vale, lo sé, he tardado como un mes en publicar la referencia... Pero lo importante es que al final lo he hecho.

Como siempre, aquí está el resumen que se puede encontrar en la contraportada...
Han pasado casi diez años desde que Cath y Portia, amigas inseparables en la Universidad, tomaron rumbos diferentes. Algo gordo sucedió entre ellas, y aquel grupo de amigos tan enrollados acabó disolviéndose después de graduarse.

Desde entonces, todos han estado buscando más o menos lo mismo, la pareja soñada o el trabajo ideal —las dos cosas a la vez sería demasiado pedir—, hasta que un buen día, por fin, se cumple el sueño de Cath: dejar su carrera de publicista para abrir un café-librería junto con Lucy, la mujer de su amigo Josh.

Pero como la felicidad nunca es perfecta, el día de la inauguración se presenta nada menos que Portia, en lo que parece un intento de reconciliación. Y como los problemas nunca vienen solos, la vida de Cath empieza a volverse la mar de entretenida: mientras se esfuerza en concretar una cita con James, su nuevo ligue, tiene que levantarle la moral a su amigo Simon —un eterno romántico que aún ansía encontrar el amor perfecto—, y al mismo tiempo vigilar de cerca el comportamiento de Josh, que parece muy interesado en la canguro de su hijo, Ingrid, una chica sin escrúpulos que a su vez les tiene preparada a todos una sorpresita de mucho cuidado. Ante semejante movida, ¡menos mal que existen los libros!
Una vez más, el resumen no deja mucho a la imaginación... A pesar de que conforme vas leyendo no te sorprende demasiado lo que ocurre, y casi en el capítulo cinco sabes con quién va a terminar la protagonista, en los capítulos finales la autora sí que ha sido capaz de sacar algo que no se esperaba (y no sólo porque no estaba en la contraportada, sino porque por el mismo ritmo de la novela no se preveía), lo cual es algo positivo.

A pesar de la traducción al español del título, los libros no tienen apenas protagonismo, así que si alguien va buscando algún referente, no lo va a encontrar. La chica protagonista abre un café-librería como podría haber sido una zapatería, es algo que no tiene mayor importancia aunque no lo parezca por el título.

No es la novela del año, tampoco es especialmente divertida (como ocurre con otros libros), pero creo que es una historia entretenida que no me arrepiento de haber leído. Es simplemente pasable, nada más. Si la leéis, bien, pero si no, no pasa nada...