Lo hice por la pasta, lo confieso. Me llamó la atención que EL TEOREMA KATHERINE, de John Green, estuviera en las ofertas del día del Kindle Flash, porque parecía de largo lo más decente que había visto en oferta desde que las ando mirando. Así que por algo más de un euro y en un sólo click lo tuve en mi mano.

Bueno, también había oído buenas críticas del autor, que además siempre lleva detrás la coletilla de "autor de Bajo La Misma Estrella" (como si en la vida no hubiera hecho ni fuera a hacer otra cosa más que esa, allá donde encuentres el nombre, le seguirá la aclaración de marras), así que no me disgustó la idea de leer otra cosa suya que no fuera su libro de cabecera.

La contraportada cuenta lo siguiente:
Según Colin Singleton existen dos tipos de persona: los que dejan y los que son dejados. Él, sin duda, pertenece al segundo. Su última ex, Katherine XIX, no es una reina, sino la Katherine número diecinueve, que le ha roto el corazón. Para escapar de su mal de amores, y con el propósito de hallar un teorema que explique la maldición de las Katherine, Colin emprende junto a su amigo Hassan una aventura que le llevará a Gutshot, un pueblecito de Tennessee, y a la sospecha de que en la vida la inteligencia no siempre es la mejor compañera de viaje.
John Green, el autor de Bajo la misma estrella, nos regala una historia tocada por la emoción de un road trip, en una trama que combina de forma magistral golpes de humor, brillantes reflexiones sobre el amor y diálogos cargados de vida.
«Divertidísima, provocadoramente compleja y cien por cien entretenida.» Kirkus
«Una historia afilada e inteligente donde la carcajada oscila entre lo deliciosamente inmaduro y lo sutilmente intelectual.» Booklist
          Un gran y enorme MEH (InnerGirl). 

Porque sí, amigos, éso es lo que me ha parecido. A ver, no me ha aburrido soberanamente, no me ha parecido el tostón del siglo, no me han dado ganas de tirarlo por la ventana ni nada de eso, pero... No me ha aportado nada. Mientras lo leía sentía que  podía estar haciendo perfectamente otra cosa más o menos anodina que me aportaría lo mismo. Ni me ha enriquecido como persona, ni nada parecido. Muy probablemente, dentro de unos meses se me olvidará que lo he leído.

Sobre la trama, poco más que añadir a lo que indica la contraportada sin hacer spoilers. Así que los voy a hacer -pero pocos-, AVISADOS ESTÁIS.

Pues sí: el tal Colin es un chico muy inteligente y rarito (de esos que te sueltan datos sin venir a cuento sólo porque lo saben, en plan Sheldon Cooper pero un poco, y sólo un poco, menos repelente) al que le deja su novia, la número 19, que se llama Katherine, igual que sus 18 novias anteriores. Lloremos todos: oh, pobre, POOOOOBRE COLIN, que es muy listo pero nadie lo quiere, ayyyyyyyyyyy... Entonces, para que se le quite la depresión, se va con su amigo Hassan en plan road-trip hasta que paran en un pueblo perdido de la mano de Dior donde conocen a una chica que se llama Lindsey, que nada más aparecer en escena sabemos todos cómo va a acabar la cosa, cuya madre decide darles trabajo a los cinco minutos de conocerlos, y ellos deciden quedarse allí, donde Cristo perdió una chancla. En ese pueblo pequeño y aburrido pasan cosas para rellenar el libro hasta que el tema acabe como todo el mundo sabe que va a acabar. Mientras pasan esas cosas que no interesan a nadie, porque o son absurdas o muy previsibles (por ejemplo, tema novio: POR FAVOR, está claro que va a durar un Telediario SIN El Tiempo), Colin repasa obsesivamente a todas sus crueles novias que lo han dejado a pesar de lo listísimo que es, y decide que quiere ser alguien importante, un famosillo, aprovechando que tiene un coeficiente intelectual superior a la media (por favor, no lo olvidemos). Para entrar en los libros de Historia, se propone descubrir una ecuación para predecir las relaciones amorosas basada en las 19 chicas que lo han abandonado. Megainteresante todo, sí. Y ya. Por si no estaba claro del todo, confirmo: al final se queda con la chica que no se llama Katherine y logra desarrollar la ecuación que se da cuenta de que no vale de nada.

Lo dicho: libro normalito para pasar el rato. ¿Me ha gustado? No especialmente, diría que no me ha disgustado. Cosas peores han caído en mis manos. Pero ni es ni divertidísima, ni provocadoramente compleja ni cien por cien entretenida... Ni mucho menos es una historia afilada y las carcajadas NO oscilan porque NO existen. Es un gran y enorme MEH que perfectamente te puede hacer el apaño este verano en la piscina, pero que no va a aportar a tu vida nada más. Si tienes otro libro que te llame más, atiende esa llamada, este se puede quedar en espera...

Nota a pie de destripe (contiene spoiler): durante la mitad del libro me puso DE LOS PUTOS NERVIOS que escribiera "joper" y "jopido" una y otra vez. Creo que me estuve acordando de la madre del editor  hasta el infinito y más allá. Luego aclaran que no, que no es un error garrafal, pero hasta que llega la explicación estuve a punto de escribirle a la editorial un mambo injurioso.
Algo más de 10 días he tardado en leer EN REALIDAD SE MIENTE MUCHO MÁS, de Kerstin Gier. Puede sonar a que ha sido una eternidad, pero todo lo contrario, ya que últimamente me cuesta bastante ponerme a leer...

Llevaba un tiempo detrás de este libro, desde que lo ví en la FNAC y me llamó la atención la portada... Pero me tengo autoprohibido comprarme libros en formato normal, me espero siempre a la edición de bolsillo (salvo excepciones claras). En este caso me alegré porque esta edición tiene una portada más bonita que la otra.

La contraportada cuenta lo siguiente:
Hablar seis idiomas, tener tres carreras y ser capaz de calcular mentalmente la raíz cuadrada de setecientos cuarenta y ocho no han preparado a Carolin para los duros reveses de la vida. Aún no tiene treinta años y acaba de perder al gran amor de su vida. En sentido literal: se ha quedado viuda. Y ahora descubre que es la única heredera de una inmensa fortuna que tiene que disputarse con el hijo de su difunto esposo y ex novio de juventud. En estas circunstancias no es de extrañar que Carolin se emborrache por primera vez, vaya a terapia o se gaste una fortuna en zapatos. Menos mal que no está sola en su desgracia y cuenta con la inestimable ayuda de su hermana y su cuñado, con un farmacéutico un tanto peculiar y con un fox terrier disecado llamado Número Doscientos Cuarenta y Tres...
La verdad es que tengo sentimientos encontrados con este libro.

Tengo debilidad con los libros escritos en primera persona, lo confieso. Así que de primeras, empezamos bien. Y poco a poco me ha ido ganando, con la estructura que me gusta: capítulos cortos. 

Aparte de esos puntos positivos de partida, el libro me ha gustado MUCHO. Me ha parecido una historia delicada y tierna, un poco disparatada a veces pero todo perfectamente comprensible si alguna vez en tu vida lo has pasado realmente mal. ¿Humor? Bueno, no arranca carcajadas, desde luego. Algún puntillo tiene, pero no para volverse locos.

Y digo que tengo sentimientos encontrados porque me ha gustado a pesar de que prácticamente no pasa NADA en todo el libro, y normalmente una historia de estas características (digamos "poco dinámica") me suele aburrir bastante. Pero no ha sido el caso. Evidentemente, he esperado casi hasta la última página un poco de acción (¡por favor!), pero no se ha producido. Ha sido una historia tranquila, monótona, pero bonita en realidad. Deja buen sabor de boca. Es como un día normal y corriente, que en realidad no pasa nada importante o distinto en tu vida, todo es rutinario, igual que ayer y seguramente idéntico a mañana... Pero luego estás en la cama y sonríes porque al fin y al cabo ha sido un buen día. Pues igual.

Es muy probable que este libro aburra o decepcione, lo entendería perfectamente. Por eso es difícil de recomendar: en mi opinión tiene una belleza mundana, poco visible (por decirlo de alguna manera). Espero que, si os atrevéis con él, os guste.

Cierto. Hace casi un año que no actualizo el blog (no creí que hubiera pasado tanto tiempo...).

No sé por qué. Es verdad que de un tiempo a esta parte leo menos -y si no leo, no puedo reseñar-, pero algún libro sí ha pasado por mis manos y luego no lo he contado...

De todas formas, no es cuestión de buscar excusas ni nada, es cuestión de VOLVER.

Así que, lo confirmo: vuelvo en breve reseñando los libros que vaya leyendo... O releyendo de nuevo, ¡que me apetece!

Stay tuned!


Le he dedicado a LA VIDA SECRETA DE UNA MADRE ESTRESADA, de Fiona Neill un total de 19 días de mi vida (bueno, claro, parcialmente, no es que estuviera todo el santo día leyendo, más bien tooooodo lo contrario).

Me compré este libro hace ya unos meses porque estaba de oferta a menos de seis euros la edición normal -la grande y con pasta dura-, así que pensé que por ese precio merecía la pena, y más tras leer el resumen de la contraportada. Me esperaba algo estilo Bridget Jones (ya que además hay un comentario de Anna Wintour, la editora de VOGUE, precisamente haciendo esa comparación), así que me apetecía bastante.
Para Lucy Sweeney, la maternidad es la prueba fehaciente de que la teoría del caos se ha cebado en ella. Nueve años atrás dejó su trabajo para ser mamá a tiempo completo. Ahora tiene tres niños, ya no se acuerda de la época en que el montón de la ropa sucia tenía menos de un metro de altura, han pasado meses desde la última relación sexual con su marido, y una semana desde que llevó a los niños al colegio vestida con pijama.

Atrapada entre su empeño por ser la mamá perfecta y las complicaciones del día a día, Lucy corre el peligro de perder el poco equilibrio que le queda. Y lo peor de todo es la alarmante distracción que supone para ella el padre de un compañero de sus hijos, al que en las conversaciones con sus amigas llama Papá Sexy Domesticado...
Como digo, le he dedicado 19 días.

Hasta hoy.

Que he decidido ABANDONAR el libro a mitad del sexto capítulo, ¡en la página 86! Algo inaudito en mí porque acabé hasta el más horrendo de los libros que he leído últimamente.

Pero con este es que no puedo. Que ya es decir porque no se puede decir que sea muy exigente a la hora de leerme un libro. Pero este prácticamente lo he leído en diagonal desde el primer capítulo, no he podido soportar las constantes disecciones de Lucy sobre su relación con su marido y sobre su situación personal como madre de tres hijos. Soporífero todo. Lo único que medio salvaba algún trozo de libro eran sus puestas en ridículo delante de los demás padres del colegio, pero aún eso estaba mal contado, mal redactado o lo que sea. Ni me molesto en aclarar qué problema había... Pero el caso es que el conjunto es infumable.

Así que esta no es una crítica de un libro, porque para criticar hay que leerlo y no lo he hecho. Ni creo que lo haga nunca. Me ha parecido tan intragable que lo he abandonado, lo cual ya dice mucho. De hecho, lo voy a tratar como hito histórico de mi vida como lectora: definitivamente desterrado.

Ahora a ver qué libro es el elegido para reconciliarme con la literatura...
Hace ya bastante que terminé de leer SORRY, una novela de Zoran Drvenkar.

Sí, muy alejado del género que suelo leer, pero de vez en cuando meto la cabecita en algún thriller para coger aire. Este concretamente me lo compré el Día del Libro junto con otros títulos.

Tengo que confesar que lo que más me llamó la atención fue su portada, y también la sinopsis pone un poco los pelos de punta...
A veces no tenemos ni el tiempo ni la valentía de pedir perdón. El sentimiento de culpa permanece en algún lugar de nuestra mente, listo para torturarnos cuando lo creíamos olvidado. Partiendo de esta idea cuatro jóvenes berlineses crean Sorry, una empresa que se ofrece a contactar con las víctimas de nuestras pequeñas crueldades y disculparse por nosotros.

El negocio prospera, hasta que un día reciben una oferta que les conduce al cadáver torturado de una mujer. Su anónimo cliente les propone no sólo pedir perdón por su brutal acción, sino deshacerse del cuerpo. ¿Te imaginas tener que disculparte en nombre de un salvaje asesino? Aceptado el encargo ya no hay marcha atrás, pero quizás haya cosas para las que jamás se encuentre el perdón.
Lo primero que voy a decir es que este libro me ha sorprendido mucho.

Para bien.

Así que lo recomiendo.

No obstante, voy a comentar unos aspectos a tener en cuenta sin destrozar nada de la trama.

Lo cierto es que el hecho de crear una empresa que se disculpa en tu nombre es un poco absurdo de por sí. Ni siquiera en el libro han sabido hilarlo bien, ni encajarlo. Simplemente se muestra de dónde sacó el fundador de la empresa la idea, y de ahí (o sea, de la nada) se construye un negocio próspero. No tiene mucho sentido, pero lo tienes que aceptar y ya está, ¡superado!

Otro punto que llama mucho la atención es que algunos pasajes están tan sumamente bien descritos que te pueden hasta revolver el estómago. Se sabe lo que se esconde entre las páginas del libro (la frase en la contraportada, cadáver torturado, ya da una pista), pero sinceramente, una recreación tan viva y desagradable no me la esperaba. Pero es necesaria, y además, diría que es motor de toda la historia: la crudeza y realismo con el que te tropiezas en cada frase.

El último aspecto que destaco es la forma de narrar tan peculiar. Al principio, no lo voy a negar, no me resultó fácil cambiar de la primera persona a la segunda (es poco habitual leer un libro en segunda persona) o a la tercera, pero conforme vas leyendo se hace más que palpable que es el punto más fuerte de esta novela. Los movimientos en la línea temporal de la historia son más llevaderos, así como el saltar de un personaje a otro pasando de una perspectiva parcial a otra. En resumen, el libro se ha escrito de una forma peculiar, pero magistral.

Y tras estos puntos que quería señalar y que pueden sorprender e incluso desagradar al principio, en global la novela es genial. La historia es retorcida pero bien atada, los personajes están bien definidos, y el asesino es... Mejor descubrirlo poco a poco.

Como decía, una grata sorpresa que recomiendo a los amantes de la novela negra, y a los que no lo son, es una buena forma de relacionarse con ese género. No quiero comentar nada más para no desvelar ni un ápice del misterio que rodea esta historia.

Adicionalmente, cabe comentar que el libro tiene una página web propia donde es posible descargarse el primer capítulo, además de ver un tráiler (como si fuera una película), tomar un primer contacto con los personajes, conocer algo más al autor, y leer algunas críticas -menos la mía, que sólo se puede hacer aquí-. Para los que esperan a que hagan una película, bueno, la noticia es que ya se está pensando llevar al cine puesto que tiene un potencial tremendo para convertirla en un taquillazo.

Por último, aunque es un apunte que pueda parecer absurdo en esta reseña, simplmente diré que el nombre original de la película de 1969 Dos Hombres Y Un Destino (protagonizada por Paul Newman y Robert Redford), tiene como título original Butch Cassidy and the Sundance Kid.

¡A disfrutarla!
Más de la cuenta he tardado en leer ESTO ES LO QUE IMPORTA, de Emily Giffin, por unos cuantos parones involuntarios.

Tras ese título que me atrajo inmediatamente se esconde esta historia:
La vida de Valerie Anderson da un vuelco cuando su hijo Charlie, que jamás ha conocido a su padre, sufre severas quemaduras faciales en un incendio. El niño se recupera rápidamente gracias a la pericia del cirujano Nick Russo y la gratitud de Valerie hacia el médico pronto se convierte en amor.

Nick también se siente fascinado por ella, pues ve en esta mujer valiente todo lo que no ve en su esposa Tessa, un ama de casa que abandonó su carrera profesional para cuidar del hogar y parece haber olvidado todos sus proyectos de juventud.

Tessa, por su parte, tendrá que decidir si se esfuerza por mantener el estado de las cosas o si aprovecha la situación para dar un cambio radical a su vida, recuperando un espíritu luchador que ha quedado arrinconado.
Una vez más, me ha gustado mucho un libro de Emily Giffin. Salvo un pequeño desliz que tuvo y que le perdono, los demás libros me están encantando, porque me gusta muchísimo su manera de escribir.

Como hago con los libros que me gustan y que recomiendo, apenas destripo la trama más de lo que ha hecho ya la contraportada, así que poco más puedo aportar. Una vez más leo una historia de infidelidades y de tríos amorosos (que parece que dan mucho de sí). Las infidelidades en su conjunto -y con esto quiero decir: sin ver sólo una parte- son siempre complicadas y difíciles, y una vez más en una novela se muestran todos los lados, lo dulce y lo amargo.

Aunque el tema de los cuernos no es agradable, me ha gustado el libro porque lo aborda de una forma realista, con un poco de optimismo que a veces es necesario en la literatura.

No digo más por no chafar nada (sé que dejo una reseña bastante floja), pero a mí me ha gustado.
Una eternidad he tardado en leer EL CLUB DE LAS MADRES CABREADAS, de Mink Elliott. Y he tardado tanto porque me he dado prisa, si no me la llego a dar...

Bueno, no, no es verdad. He tardado en leérmelo por falta de tiempo y también porque, todo hay que decirlo, no me llamaba nada en absoluto.

Antes de ir un poco más allá, lo que dice la contraportada es lo siguiente:
Roxanne ha sido mamá por primera vez. Su marido la ha convencido para dejar Londres. La familia feliz vive ahora en un pueblo, en el campo. La casa está en obras. Su hija de diez meses es un terremoto. Y su marido, ¿le está siendo infiel?

Roxy se ha convertido en una madre cabreada. Así que decide montar un club: lejos de su familia y sus amigos, podrá compartir sus penas con otras madres tan imperfectas como ella.
Eso en cuanto al argumento del libro, y en principio es bastante escaso. Además, también se indica, como complemento a este resumen, que es una novela (y cito textualmente): incisiva y llena de humor, que es al mismo tiempo un canto a la amistad y a la solidaridad entre mujeres; tras lo cual yo suelto una enorme y sonora carcajada.

JAJAJAJAJAJAJAJA

Ya.
Me centro.

Porque ni es incisiva, ni está llena de humor, ni es un canto, ni nada. ES UN ROLLO DE LIBRO. Claro que eso no está bien ponerlo en la contraportada si se pretende vender ejemplares...

Pero es que es la verdad. En 322 páginas no pasa absolutamente nada. Acabas en el mismo lugar que empiezas, sin haber avanzado ni retrocedido.

A ver, no es que las páginas estén en blanco, no (aunque el efecto es el mismo). Es como un día rutinario, que acaba y te preguntas: ¿y qué he hecho?, siendo NADA la respuesta más sincera. Sí, te has levantado, desayunado, lavado los dientes, vestido, bla, bla, bla, bla... Rutina pura y dura, sin nada digno de mención. Pues lo mismo con este libro, así de claro.

Roxanne, mujer casi cuarentona con una niña pequeña, hace una aburrida vida en un pueblo. Se le resiste el cuidar de su hija y ser a la vez perfecta, así que decide juntar a unas cuantas en su misma situación para hablarlo y desahogarse (y beber y fumar). Bien. Pues ya está. Eso hace. Y luego, como todo el mundo, va a comprar, sale a pasear, llama a sus amigas, se enfurruña con su pareja, le cambia el pañal a la niña, se saca un moco, escribe un artículo para una publicación, se lava los dientes, compra tabaco. Y así todo el libro. Nada especial, nada notorio.

Y si alguien tiene la esperanza de que los personajes secundarios aporten algo, lo siento pero NO. Si acaso un poco su pareja, en un patético intento por hacer creer al lector que cabe una posibilidad de que le esté poniendo los cuernos a la protagonista, pero ya está. Los demás miembros del club aparecen en el libro por vergüenza (no queda bien escribir un libro sobre un club sin que tenga algunos miembros), de pasada y con menos profundidad que un charco.

O sea, en definitiva: palabras y más palabras anodinas, capítulos y capítulos tediosos, cosas sin importancia tras cosas sin importancia, aburrimiento y un poco más de aburrimiento.