jul
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¿Verdad que siempre soñamos con lo que no tenemos? La soltera independiente sueña con el marido ideal y con hijos monísimos y encantadores. La madre de niños pequeños añora la independencia y libertad de su amiga soltera: ¡lo que daría por tener un fin de semana íntegramente para ella! Levantarse muy tarde, ir de compras (sin niños), de copas (con amigos), lo que sea... ¡pero sin la familia! Ahora bien, si pudieras intercambiar tu vida con otra durante unas semanas, ¿lo harías?La idea está muy bien y me atrajo bastante cuando leí esto en la librería, antes de decidirme a llevarme el libro. Lo malo (bueno, no es que sea malo: el inconveniente) es que empecé a leer y el intercambio en sí, que debería ser el punto de partida del resto de la historia, sucede bien pasada la mitad del libro.
Vicky Townsley, directora de una revista femenina, quiere probarlo y escribir un artículo sobre su experiencia. Se instalará en Connecticut en una casa con niños y marido (muy guapo), y la propietaria de tantas maravillas -pero cansada de ser ama de casa y con muchas ganas de libertad- se irá a Londres para ocupar su lugar en la revista.
Ambas no van a tardar en descubrir algo: que nada es tan maravilloso como se imaginan...
La primera mitad nos presenta a Vicky y Amber, las mujeres que van a intercambiarse: cómo son sus vidas y, en consecuencia, lo que echan de menos y lo que buscan prestándose al intercambio. Vicky, aunque es redactora jefe de una revista femenina, tiene una vida menos glamourosa de lo que yo esperaba (me imaginaba una especie de Sarah Glattstein-Franco pero más joven), y la tal Amber es una mujer desesperada en toda regla (de hecho, se hace esa misma mención a lo largo del libro), que por la descripción que dan de su vida, no sé de qué se queja...
En definitiva, la historia es simple: no nos conformamos con lo que tenemos, nunca. Si tenemos A, queremos B, y cuando consigamos B querremos C y así hasta el final del abecedario y vuelta a empezar. Ésa es la base de toda la historia, y después hay más y más tópicos que realmente son ciertos. Como que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. O que debemos cuidar lo que deseamos, no sea que se haga realidad.
¿Si me ha gustado el libro? No está mal. No ahonda demasiado en el tema (se podría haber sacado una reflexión mayor, creo yo), porque empieza con el intercambio demasiado tarde, pero no ha quedado mal y no deja mal sabor de boca.