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Y nos lo cuenta a través de tres historias:
El amor entre Julia y Mark se ha desgastado con el paso del tiempo. A veces, Julia piensa que un bebé podría ayudarles, pero ¿es, realmente, la respuesta a sus problemas?Efectivamente, el libro se divide en tres partes, cada una desde la óptica de una de sus protagonistas. Las tres son unas treintañeras exitosas en un punto clave de sus vidas como mujer. Julia está intentando obsesivamente quedarse embarazada para salvar una relación que hace aguas por todas partes. Emperrada como está en que ésa será la solución, sin quererlo precipita un fin a todas luces cantado y decide marcharse para aclararse y descubrir qué quiere realmente. Maeve es la antítesis de Julia: le sale un sarpullido sólo con estar cerca de un bebé y le produce alergia una conversación de embarazos o pañales, pero de repente se ve con un hijo creciendo en sus entrañas y su óptica cambia completamente a la vez que lo hace su cuerpo. Samantha ya ha pasado por todo eso y tiene a su pequeño en brazos, está en la siguiente fase: cuando dejas de ser mujer para pasar a ser madre a tiempo completo, y cambia todo, sobre todo el carácter. Al final las tres mujeres acaban enlazándose de un modo u otro, y eso le da más sentido a la historia completa.
Maeve es totalmente alérgica a la maternidad. Acelera el paso cada vez que ve un cochecito. Una noche de fiesta, un ligue, un descuido... y un embarazo no deseado, pero ¿está segura de que no quiere seguir adelante?
Samantha está completamente absorbida por su bebé. Pero ¿cómo se siente Chris, su marido, ahora que su mujer se ha vuelto inaccesible? Y la obsesión de Samantha, ¿es saludable?...
Con un estilo sencillo y directo, como a mí me gusta, estas tres historias han desfilado ante mis ojos dejándome un buen sabor de boca. Me sentí muy identificada con Maeve (hasta que se quedó embarazada, claro). Yo soy como ella o peor, así que deduzco que no estoy sola en el mundo. Me ha agradado la forma que ha tenido la autora de reflejar cómo se puede sentir una mujer con respecto a la idea de tener hijos (en varias posturas), con naturalidad y sin asomo de culpa, y qué puede pasar a tu alrededor mientras tú ves el mundo a través de tus ojos. Es una lectura muy recomendable para quienes de vez en cuando le dan vueltas a la idea de la maternidad, como yo.