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Me compré este libro hace ya unos meses porque estaba de oferta a menos de seis euros la edición normal -la grande y con pasta dura-, así que pensé que por ese precio merecía la pena, y más tras leer el resumen de la contraportada. Me esperaba algo estilo Bridget Jones (ya que además hay un comentario de Anna Wintour, la editora de VOGUE, precisamente haciendo esa comparación), así que me apetecía bastante.
Para Lucy Sweeney, la maternidad es la prueba fehaciente de que la teoría del caos se ha cebado en ella. Nueve años atrás dejó su trabajo para ser mamá a tiempo completo. Ahora tiene tres niños, ya no se acuerda de la época en que el montón de la ropa sucia tenía menos de un metro de altura, han pasado meses desde la última relación sexual con su marido, y una semana desde que llevó a los niños al colegio vestida con pijama.Como digo, le he dedicado 19 días.
Atrapada entre su empeño por ser la mamá perfecta y las complicaciones del día a día, Lucy corre el peligro de perder el poco equilibrio que le queda. Y lo peor de todo es la alarmante distracción que supone para ella el padre de un compañero de sus hijos, al que en las conversaciones con sus amigas llama Papá Sexy Domesticado...
Hasta hoy.
Que he decidido ABANDONAR el libro a mitad del sexto capítulo, ¡en la página 86! Algo inaudito en mí porque acabé hasta el más horrendo de los libros que he leído últimamente.
Pero con este es que no puedo. Que ya es decir porque no se puede decir que sea muy exigente a la hora de leerme un libro. Pero este prácticamente lo he leído en diagonal desde el primer capítulo, no he podido soportar las constantes disecciones de Lucy sobre su relación con su marido y sobre su situación personal como madre de tres hijos. Soporífero todo. Lo único que medio salvaba algún trozo de libro eran sus puestas en ridículo delante de los demás padres del colegio, pero aún eso estaba mal contado, mal redactado o lo que sea. Ni me molesto en aclarar qué problema había... Pero el caso es que el conjunto es infumable.
Así que esta no es una crítica de un libro, porque para criticar hay que leerlo y no lo he hecho. Ni creo que lo haga nunca. Me ha parecido tan intragable que lo he abandonado, lo cual ya dice mucho. De hecho, lo voy a tratar como hito histórico de mi vida como lectora: definitivamente desterrado.
Ahora a ver qué libro es el elegido para reconciliarme con la literatura...