Este libro, LOS PATITOS FEOS TAMBIÉN BESAN, de Jane Green, me lo he leído en poco tiempo. Llegó a mi estantería a través de ese antro de perversión que es la FNAC, y por un error de la cajera me salió gratis...
En la contraportada viene esta introducción a la historia.
Pero vamos por partes.
Lo primero que no me gustó es la forma de narración que tiene. Combina la narración en primera persona de la protagonista (que es la que prefiero en este tipo de literatura) y una especie de narración en off. Lo que ocurre que este último estilo se parece mucho a los narradores en off de las series infantiles, vamos, que no me costaba nada imaginarme al narrador de Pocoyo cuando leía esas partes.
Otra cosa que me ha irritado durante toda la historia es la manía de mencionar a los protagonistas indiscutibles con nombre y apellidos. Jemima Jones y Ben Williams, como si hubiera otra Jemima u otro Ben. Los que sólo se presentaban con nombres de pila ya estaba claro que no iban a tener mayor relevancia... También se nombraba con nombres y apellidos los supuestos "famosillos" que intervinieron en la historia.
Un detalle nimio es que la historia está escrita en 1998 (¡el siglo pasado!), y claro, para entonces era tope cool los chats tipo IRC, de donde surge gran parte de la trama. Me cuesta asimilarlo hoy, en la Era del FaceBook, pero bueno, se lo perdono...
Pero nada de eso es lo que me dejó indignada (y a continuación voy a reventar un poco la historia).
Si empiezas a leer un libro titulado LOS PATITOS FEOS TAMBIÉN BESAN (aunque vale, no es culpa de la autora porque ella lo tituló Jemima J y el traductor en esos momentos quiso hacerse el ocurrente), y el patito feo se supone que es la protagonista y es fea porque está gorda (¿no me digas? ¿sí?), se puede presuponer que al final va a besar a su Príncipe Azul. Pues no. Sólo consigue al chico cuando adelgaza espectacularmente y se tiñe de rubio. Así que la MORALEJA de este libro es: si estás gorda, olvídate de estar con un chico, sólo si eres muy delgada y rubia conseguirás comerte una rosca.
Además, la protagonista adelgaza espectacularmente en poco tiempo. En dos o tres meses pierde más de veinte kilos (eso no lo recuerdo exactamente) comiendo sólo lo básico e imprescindible y prácticamente viviendo en el gimnasio. Es decir: a base de sólo lechuga y cantidad de ejercicio. Obviamente, sin control médico. ¡Y eso es fantástico! Lo único que se menciona al respecto es que el entrenador personal de la protagonista está ligeramente preocupado y sospecha que no está muy sana. Pero esto se reduce a dos frases en un minúsculo párrafo, que esperé en vano que se desarrollara más adelante. No pasó. Así que la otra MORALEJA de este libro es: es sumamente aceptable (e incluso imprescindible si quieres comerte una rosca) que por tu cuenta vayas a un gimnasio, "sólo comas agua" y pierdas veinte kilos en 40 días.
Y no voy a hablar de Ben (Williams), que sólo se acuerda de Jemima (Jones) cuando cambia radicalmente de aspecto. Viva la belleza interior.
Así que, para ser honestos, este libro debía titularse realmente LOS PATITOS FEOS SE MUEREN DE ASCO Y SÓLO SI PESAS MENOS DE 55 KILOS BESARÁS A ALGUIEN. Por favor...
Y me lo he leído rápido no porque me apasionara, está claro, sino porque estaba ansiosa porque hubiera algo de cordura en la historia, pero no la encontré... Tan sólo un epílogo de media página donde la autora deja caer como quien no quiere la cosa que la chica ya no está obsesionada y ahora se quiere y está realizada como persona y bla-bla-bla.
A estas alturas, sobra decir pero lo digo: NO ME HA GUSTADO ESTE LIBRO en absoluto. Menos mal que, al menos, me salió gratis.
En la contraportada viene esta introducción a la historia.
Jemima Jones está gorda, muy gorda. Sus delgadas compañeras de piso la tratan como a una criada y su maravillosa, delgadísima y guapísima jefa en el Kilburn Herald, mucho más tonta que ella pero mejor pagada, actúa como si Jemima fuera su sierva. Si a esto le sumas que está loca por su encantador, sexy e inalcanzable colega Ben, la conclusión es que la vida de Jemima necesita un cambio. Cuando conoce a Brad por Internet le llega la oportunidad de reinventarse: será la felina, guapa, gimnasio-adicta y glamourosa JJ. Su Romeo a larga distancia no tarda en pedirle una cita. ¿Qué hará Jemima para superar su adicción a la comida y convertirse en la atractiva modelo de sus correos electrónicos?Estoy MegaSúperIndignada con esta historia.
Con un argumento que nunca decae y un sorprendente final, esta novela es la crónica de una búsqueda: la de la mujer que Jemima siempre quiso ser; un viaje en el que aprenderá un montón de lecciones sobre la atracción, la adicción, el significado del verdadero amor y, finalmente, sobre quién es ella misma.
Pero vamos por partes.
Lo primero que no me gustó es la forma de narración que tiene. Combina la narración en primera persona de la protagonista (que es la que prefiero en este tipo de literatura) y una especie de narración en off. Lo que ocurre que este último estilo se parece mucho a los narradores en off de las series infantiles, vamos, que no me costaba nada imaginarme al narrador de Pocoyo cuando leía esas partes.
Otra cosa que me ha irritado durante toda la historia es la manía de mencionar a los protagonistas indiscutibles con nombre y apellidos. Jemima Jones y Ben Williams, como si hubiera otra Jemima u otro Ben. Los que sólo se presentaban con nombres de pila ya estaba claro que no iban a tener mayor relevancia... También se nombraba con nombres y apellidos los supuestos "famosillos" que intervinieron en la historia.
Un detalle nimio es que la historia está escrita en 1998 (¡el siglo pasado!), y claro, para entonces era tope cool los chats tipo IRC, de donde surge gran parte de la trama. Me cuesta asimilarlo hoy, en la Era del FaceBook, pero bueno, se lo perdono...
Pero nada de eso es lo que me dejó indignada (y a continuación voy a reventar un poco la historia).
Si empiezas a leer un libro titulado LOS PATITOS FEOS TAMBIÉN BESAN (aunque vale, no es culpa de la autora porque ella lo tituló Jemima J y el traductor en esos momentos quiso hacerse el ocurrente), y el patito feo se supone que es la protagonista y es fea porque está gorda (¿no me digas? ¿sí?), se puede presuponer que al final va a besar a su Príncipe Azul. Pues no. Sólo consigue al chico cuando adelgaza espectacularmente y se tiñe de rubio. Así que la MORALEJA de este libro es: si estás gorda, olvídate de estar con un chico, sólo si eres muy delgada y rubia conseguirás comerte una rosca.
Además, la protagonista adelgaza espectacularmente en poco tiempo. En dos o tres meses pierde más de veinte kilos (eso no lo recuerdo exactamente) comiendo sólo lo básico e imprescindible y prácticamente viviendo en el gimnasio. Es decir: a base de sólo lechuga y cantidad de ejercicio. Obviamente, sin control médico. ¡Y eso es fantástico! Lo único que se menciona al respecto es que el entrenador personal de la protagonista está ligeramente preocupado y sospecha que no está muy sana. Pero esto se reduce a dos frases en un minúsculo párrafo, que esperé en vano que se desarrollara más adelante. No pasó. Así que la otra MORALEJA de este libro es: es sumamente aceptable (e incluso imprescindible si quieres comerte una rosca) que por tu cuenta vayas a un gimnasio, "sólo comas agua" y pierdas veinte kilos en 40 días.
Y no voy a hablar de Ben (Williams), que sólo se acuerda de Jemima (Jones) cuando cambia radicalmente de aspecto. Viva la belleza interior.
Así que, para ser honestos, este libro debía titularse realmente LOS PATITOS FEOS SE MUEREN DE ASCO Y SÓLO SI PESAS MENOS DE 55 KILOS BESARÁS A ALGUIEN. Por favor...
Y me lo he leído rápido no porque me apasionara, está claro, sino porque estaba ansiosa porque hubiera algo de cordura en la historia, pero no la encontré... Tan sólo un epílogo de media página donde la autora deja caer como quien no quiere la cosa que la chica ya no está obsesionada y ahora se quiere y está realizada como persona y bla-bla-bla.
A estas alturas, sobra decir pero lo digo: NO ME HA GUSTADO ESTE LIBRO en absoluto. Menos mal que, al menos, me salió gratis.
Bueno yo estoy totalmetne de acuerdo contigo la verdad es que el libro es un fiasco yo lo lei en mi celular y no mas terminarlo lo borre porque me parecio una tremenda estupidez, lo peor de todo es que al final ella vuelve a estar obesa y se queda con el chico osea no entiendo y este final con Brad fue tan desagradable
pues no estoy de acuerdo contigo, porque cuando se enamora de brad, la toma como objeto, y a el precisamente le gustan las mujeres gordas, MORALEJA: se tu misma siempre!
y otra cosa, Ben en su fiesta de despedida, le dice que la kiere y la besa ... y ahí aún no había adelgazado tantisimo... asique no has entendido nada del libro maja... xd
quizás el libro no sea muy bueno, pero la historia es diferente a lo que editan en la actualidad y el concepto/moraleja de la obra está bien.
a mi me gustó :) aunque, sin duda alguna, no está entre mis top ten.
Gran reseña, has plamado las mismas sensaciones que me dejó a mi también...que si tus medidas no son 90-60-90 (o menos), no triunfarás en esta vida...Lo malo, es que desgraciadamente, muchas veces es así. Un saludo !
Me gusto mucho el libro:)
Yo leí hace tiempo este libro. Precisamente soy una chica gorda que piensa estar delgada algún día, aunque no pare de zampar bollos o comer una bolsa entera de patatas fritas mientras le doy vueltas a mi vida. Y claro que también existe un Ben, en mi caso Juan, guapo, simpático, deportista, con unas cuantas tías que se deshacen por él, y que me dice de vez en cuando lo maravillosa que soy, porque siempre que necesita algo en el curro, hago lo imposible por ayudarle. Sueño cada noche con él, y mi primer pensamiento al entrar a trabajar es si le veré sentado en su sitio, y sé que jamás se fijará en mi , porque la realidad establece en la mayoría de los casos, que yo no tendré´un chico como él. Así, que al leer el libro, conseguía adelgazar, aunque me costó mucho sacrificio, pero así Juan quiso conocerme a fondo, y no dejó de quererme aunque mis medidas dejaran de ser perfectas. Los libros te hacen soñar y eso es maravilloso.